Buenos días! Antes de nada, pediros disculpas porque hemos tardado unas horas de más en subir el post del sábado, pero ayer llegamos muy tarde después de un día intenso. Aquí os dejamos con nuestro día de ayer. ¡Gracias por vuestra comprensión y vuestro interés!!
Son las 5 de la mañana...y no, no es la letra de la famosa canción, es la hora a la que hoy sábado nos sonó el despertador. Teníamos por delante un día fantástico y muy diferente a lo vivido hasta ahora. Aunque lo importante no, lo importante no cambia así que como a diario, lo primero eucaristía y desayuno.
Y, después de alimentar cuerpo y alma, ya estábamos listas para irnos a pasar el día a ILOILO. Nosotras, la Hermana May Ann, la Hermana Magdalena, dos profesores del cole Sir Niño y Sir Eric y Miss Jennelyn que trabaja en administración.
Otra isla más a la que llegamos en apenas 1 hora en barco.
Al llegar nos dirigimos a la zona de San Joaquín, donde estaba nuestro destino.
Después de un buen rato en coche, que se nos hizo eterno, por alguna retención en la carretera y la impaciencia que teníamos por ver lo que nos esperaba, por fin llegamos a Garinfarm!!
Un sitio indescriptible e increíble, mezcla de granja, con conejos, gallinas ponedoras, cerdos, cabras, carabao (rumiante filipino). Zona de aventuras al aire libre con tirolina, kayaks, barquitas, paseos a caballo.
Por último lo que nos había llevado hasta allí....una zona temática bíblica con escenas desde el génesis, pasando por el nacimiento de Jesús hasta su subida a los cielos, después de la resurrección. Todo esto a lo largo de aproximadamente 480 escalones. Y claro, antes de subir, teníamos que reponer energías, que ya llevábamos muchas horas sin comer.
Os dejamos ahora una serie de fotos, para que veáis la secuencia completa.
Y...después de 480 escalones de peregrinaje, ¡por fin llegamos al cielo!
Después de haber estado en el cielo, casi literalmente, nos decidimos a probar un entretenimiento más terrenal y nos dimos un paseo en kayak.
A la vuelta, y antes de coger el barco que nos devolvería a Bacolod, paramos en el Atrium, otro barrio de la isla, para probar el batchoy: un plato típico de IloIlo, una sopa calentita con noodles, carne de ternera, huevo y cebolla que nos templó el cuerpo para nuestro viaje de vuelta!
Que falta nos haría, porque vaya viajecito y vaya vaivén que se traía el barco...
Pasamos el día en el cielo y, ya cuando pudimos meternos en la cama a dormir, ¡nos supo a gloria!
Después de haber subido 480 escalones, están entrenadísimas por si algún día se animan a venir a La Morán.
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