¡Aquí estamos de vuelta!
Os contamos nuestro fin de semana.
El viernes al acabar las clases y la Gymkana, en la cual realizamos diferentes juegos por cursos, y después del almuerzo, se celebró una eucaristía a cargo de Monseñor Anacleto de Bata en la parroquia de Evinayong. A continuación, tuvimos un picoteo con el obispo de Evinayong. Luego nos tomamos algo al fresquito, cenamos y descansamos para recuperar fuerzas.
El sábado por la mañana temprano, tras la eucaristía, marchamos a Oyala, para visitar el lujoso Gran Hotel Djibloho. El sentimiento del grupo fue unánime, nos resultó incoherente ver ese pedazo de hotel en mitad de la nada, con cuatro restaurantes, sesión de spa, centro de belleza, piscina, y más de 40 villas para todos los presidentes de África. Todo esto hacía un gran contraste con lo que que hemos estado viendo y viviendo a lo largo de las dos semanas que llevamos aquí. Esto es algo que no llegamos a comprender. Por otro lado, disfrutamos de la compañía de nuestros amigos los chimpancés, Sam, Ope y Rihana.
En este hotel coincidimos con el grupo de las Esclavas que se hospeda en Nkue y compartimos la mañana con ellos. Después de esta visitas nos fuimos a ver la universidad y nos enseñaron parte de sus instalaciones. Aún no está activa y nos explicaron que comenzaba un curso de iniciación en septiembre con 100 alumnos matriculados.
Por la tarde, tras el descanso merecido, fuimos a tomarnos algo fresco y comentar el día.
Por la noche, tras oración y cena, vimos la película de "Coco" en un mini cine improvisado. Por cierto, la película totalmente recomendable.
El domingo tras la misa de los niños estuvimos preparando las bolsas de los alimentos que vamos a llevar a los ancianos más necesitados.
A continuación, cada uno nos pusimos a preparar las cositas del lunes para las clases. Tras el almuerzo y la siesta, fuimos a ver el hospital de Evinayong y al Papá Epifanio, el cual ha ayudado siempre a los voluntarios. Ya de vuelta a la casa, hemos rezado vísperas y hemos cenado de forma sublime, como siempre de la mano de Madre Paula.
La hermana Lucrecia nos ha deleitado con una especialidad de República Dominicana: arroz con pollo.
Ahora toca descansar para empezar el lunes con fuerza.
¡Un abrazo para todos!









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