Buenas noches,
Este domingo ha empezado un poco antes que el anterior. A las siete y media estábamos con las maletas cargadas de nuevo, la habitación cerrada y con Madre Minerva esperando en la puerta para acercarnos hasta la casa Concepcionista. Antes de la eucaristía, algunos aprovecharon para tomar el primer café de la mañana. A las ocho fuimos a la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar para participar en la Eucaristía, con un párroco que aprovechó la homilía para reivindicar todas las situaciones que, a su parecer, eran contrarias a como deberían ser. Entre ellas, el papel de la mujer en la sociedad o el trabajo de los gobiernos, que últimamente son temas a la orden del día.
El coro fue excepcional, formado por un grupo instrumental de hombres y otro vocal de mujeres, donde el ritmo caribeño fue el principal protagonista.
Tras la eucaristía, fuimos a cumplir el objetivo de nuestro viaje, conocer la casa y la escuela Concepcionista "Elupina Cordero" de la mano de Madre Minerva. Cuando ves que alguna de las partes del colegio ha sido renovada gracias a la Fundación, es cuando te das cuenta de que en verdad la ayuda acaba dando sus frutos.
Dejando atrás la fauna del alojamiento del fin de semana, con la que más de uno se pegó un susto, nos subimos a la guagua con un pasajero curioso. Los acordes de bachata se entremezclaban con los cantos del gallo, desde luego, un viaje del todo peculiar. Llegados a Consuelo, comer y descansar eran nuestros siguientes planes, para seguidamente poder organizar las clases de la semana.
Además, jugamos a las cartas mientras hacíamos tiempo para recibir una visita muy especial, Wilner. Este chico fue becado durante sus estudios, desde básica hasta la universidad, y ahora se encuentra trabajando en una multinacional dedicada a la generacion de energía, en República Dominicana.
Este fue en realidad el verdadero artífice de "una estrella mueve a otra estrella". Es en ese momento cuando para, toma aire y comienza a explicarlo. Un porcentaje, alrededor del ochenta por ciento del entorno de una persona, es lo que define su vida. Cuando llega algo que altera esa situación, que cambia esa inercia, puede llamarse milagro. Al final, los voluntarios que vienen a la misma escuela en la que él estudió, cogen a una de esas estrellas y la mueven, están alterando ese ciclo natural, modificando todo por completo.
Otro tema sobre el que reflexionamos durante la cena fue el de las necesidades secundarias que hemos creado, pero que, a pesar de estar en ese segundo plano, no se puede prescindir de las mismas. Además, muchas de las personas que pueden cubrir esas necesidades con dinero, no se dan cuenta de que, a veces, conduce a la soledad.
Por último, una reflexión que ha compartido y que ha acercado a los más artistas ha sido cuando ha afirmado que la música (Wilner toca el saxofón) expresa sentimientos que no se pueden describir con palabras, ya que los acordes ordenados de una determinada manera pueden incluso acariciar el alma.
Afortunadamente, compartirá con nosotros en los próximos días parte de nuestras actividades.
Con todo ello, seguimos aprendiendo, seguimos fallando, pero siempre, con actitud.