Penúltimo día en Filipinas y día lleno de actividad. Hoy nos toca madrugar para rezar laudes e ir a misa antes de desayunar y conocer la vida en la escuela de Quezon City.
Nuestra primera sorpresa es que aquí no se espera a los niños en la puerta del colegio; hay que irles a buscar, ya que la escuela está en una urbanización privada y los niños del Barangay no pueden entrar si no es con la compañía de las hermanas y su profesora Mayca, ya que con su presencia admiten que estos niños entren. La verdad que nos ha parecido una bellísima oportunidad para que los niños más pobres se sientan todo lo importantes que se merecen al poder entrar en la zona rica al lado de su barangay.
La escuela, que se inauguró hace sólo un par de meses, es preciosa, llena de color, con espacios abiertos y jardín para jugar. Una maravillosa escuela para que estos niños se sientan como en casa en un entorno muy diferente al de sus realidades diarias. Da gusto ver cómo gracias a las ayudas recibidas en la Fundación se ha podido construir este sueño.
Los niños tienen todos unas sonrisas preciosas y los uniformes igual de impolutos que en Bacolod. Aquí, además, se quitan los zapatos nada mas entrar en la escuela para mantenerla limpia y cuidada.
Por la mañana, después de conocer a la mayoría de los niños de la escuela, nos tocaba trabajar, teníamos que pasar la información de estos niños a una base de datos para poder comenzar las becas, ya que las necesitan y mucho. Su nuevo colegio hermanado sera Arenys de Mar, ya que, al ser nuevo, aún no tenían y no podían recibir toda la ayuda de la Fundación.
Después nos han hecho un bonito baile de bienvenida y nos han repartido unas flores llenas de cariño, alguna hasta hecha a man. ¡Una maravilla! Nosotras también les hemos enseñado una canción, con Ana Rosa a la guitarra, y explicado de donde veníamos, ya que no sería la primera vez que nos confunden con americanas.
Al terminar nos tocaba hacerles fotos a todos y recopilar más información que nos faltaba, como intereses, qué les gustaría ser de mayores... La verdad que se han portado muy bien, riéndose y disfrutando de que les hiciésemos las fotos. Por la mañana le ha tocado a los más mayores y por la tarde a los más pequeños, con vuelo y pegatina incluida para agradecerles que nos dejaran retratarles.
Hemos aprovechado para grabar un vídeo en el que Sister Emely da las gracias a todos los alumnos y familias de España por su colaboración con el proyecto que se llevó a cabo mediante la Fundación este curso escolar: equipamiento del colegio de Educación Infantil de Quezon City.
Al terminar el reportaje fotográfico, nos hemos ido a conocer el Barangay Espíritu Santo para poder conocer la realidad de los niños que están en el colegio. Es un barangay muy grande pero más abarrotado que los que vimos en Bacolod. También es normal, teniendo en cuenta que la población es muchísimo mayor. Nos ha sorprendido una zona en la que un constructor ha decidido hacer un área con casas pequeñas y económicas y las ha dado luz pintándolas de colores. La verdad que es una buena forma de reacondicionar el barrio y de que den ganas de cuidarlo y mantenerlo limpio.
Lo que más nos ha gustado ha sido el buen recibimiento de los niños y sus ganas de jugar con nosotras, y es que muchos ya conocen a las novicias que visitan sus casas para ver su realidad, ya que los sábados por la tarde les dan clases de inglés, matemáticas y religión en la casa y luego les invitan a merendar. Si es tan buena como la que nos han preparado esta tarde, estarán encantados.
Al volver y después de reponer fuerzas nos toca terminar de ultimar todo ya que mañana ya volamos de vuelta a casa (con mucha pena por dejar este bello país y sobre todo a sus gentes) y por lo que nos ha dicho Madre Mercedes va a ser un día muy activo.
Para finalizar el día, las postulantes y novicias nos tenian preparado un número musical con canciones y bailes. Como colofón, un divertido juego del ladrón y el caco con pañuelos. ¡¡Una preciosa despedida de estas nuestras queridas islas que tanto echaremos de menos!!
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