Jueves y viernes por la mañana impartimos las clases correspondientes y realizamos los talleres previstos. El taller del viernes fue más especial de la cuenta. ¡Hicimos un torneo de fútbol con todos los cursos! Cómo disfrutaron los nenes...
El jueves por la tarde estuvimos de nuevo en el poblado, como el martes anterior. Hicimos caretas con los más pequeños y diferentes circuitos de juegos.
Entrando ya en el fin de semana, el sábado fuimos a Mongomo, una ciudad a unas dos horas de camino. Visitamos la Basílica de la Inmaculada y nos recordó mucho a la de San Pedro del Vaticano. Luego fuimos al hospital de allí, vimos todas las instalaciones, la zona de pediatría y la UCI neonatal.
Antes de irnos comimos en un restaurante pollo frito con arroz y un pastelito y café en una cafetería de por allí.
Para finalizar el sábado, como siempre, rezamos las Vísperas y cenamos.
El domingo por la mañana nos levantamos de cumpleaños. Nuestra compañera, Gloria, cumplía un año más y lo celebramos con una tarta riquísima. Fuimos a la misa de los niños y realizamos las tareas de la casa: limpieza, planchado...
Por la tarde seguimos pintando las paredes del patio. ¡Veréis que bien va a quedar!
A la noche organizamos la semana y charlamos en conjunto, como de costumbre.
Nos queda una semana con los niños y en Evinayong. Volvemos al lunes con las pilas cargadas para disfrutar de los últimos días en este maravilloso y selvático lugar.
¡Hasta pronto!
















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