Como comentábamos ayer, hoy iba a ser un día diferente a los que estamos viviendo durante estas semanas. Nos hemos levantado y hemos acudido a la escuela, pero esta vez con el propósito de entregar las mochilas y uniformes que, con la ayuda de las personas de España a través de la ONG, son posibles comprar.
Cada uno de los voluntarios se ha situado en un lugar para realizar su cometido: el primer paso eran las fotos, a cargo de Eugenia y Sergio, fotos, que serán enviadas a los padrinos para que vean cómo van creciendo sus becados; el segundo, el reparto de vales que sirven para llevar un orden y para que los niños puedan adquirir más materiales en el Zaglul, a cargo de M. Ana Isabel y Tío Julio; Gloriana y Carmen han sido las encargadas de repartir los uniformes a los alumnos becados. Además, este año el color de los polo shirt cambiará a verde; y después de todo lo explicado, Elena, Isabel, Teresa y Mara esperaban en la biblioteca para repartir las mochilas preparadas con cuadernos, colores, lápices, bolígrafos, gomas...
Han asistido muchísimo niños a esta entrega que, de alguna manera, es para ellos como el día de Reyes. Sus caras de alegría y sus palabras de agradecimiento no han faltado en ninguna ocasión.
Después de la entrega y con una sensación de satisfacción, acudíamos a casa para comer y preparar todo para la llegada de nuestros compañeros americanos, acompañados por MM. Mónica, Ingrid y Dayana, que mañana vuelven a California tras haber finalizado su misión en Haití.
Después de tomar un aperitivo, en el que no han faltado los bailes típicos españoles y dominicanos, la pintura de caras y las risas, nos hemos despedido de todos.
Hoy ha sido un día distinto, cargado de emociones incluyendo esta noche, pues hemos conocido a un habitante más del país: la cacata.
¡Está claro que este lugar enamora y nunca deja de sorprendernos!
