EL DÍA MÁS LARGO

Y no es que el día empezase antes ni que terminase más tarde que los días anteriores, pero ha sido tan intenso que parecía que las horas tuviesen más de sesenta minutos. Hemos amanecido con lluvia -qué raro...- pero eso no iba a impedir que celebráramos Nutrition Day en el gimnasio, a pesar de no estar terminada la renovación. Lección de cultura filipina: el mes de julio está dedicado, a nivel nacional, a la nutrición y a promover hábitos de vida saludable. Cada colegio elige, dentro de este mes, cuándo celebrar el Día de la Nutrición, y el nuestro eligió que fuese hoy. ¡Ole, ole! 

Nos reunimos todos, profesores, alumnos y padres, en el gimnasio frente a la escuela, para tener una mañana llena de diversión y emoción. Como en cada encuentro, comenzamos con la oración. Era muy gracioso ver a los niños ataviados con accesorios relacionados con la comida saludable. Sin duda alguna, el más original, la corona de judía verde filipina.

La primera actividad ha sido la sesión de zumba. ¡Qué buena manera de despertarnos! Hay que decir que todas las actividades estaban organizadas y dirigidas, como siempre, por el grupo de profesores del colegio. Tres profes haciendo de instructores de zumba y todos los demás ¡a bailar bajo la lluvia! 

El señor de mantenimiento ha tenido que hacer virguerías para que la lona que cubría la parte de cubierta que está incompleta, no se rasgara por el peso del agua acumulada -a partir de ahora, a nosotras todas las tormentas de España nos van a parecer chirimiri...-

Después de la zumba, vinieron las actuaciones por clases. Cada curso había creado una canción y un baile relacionado con la nutrición, para participar en el concurso escolar. Nuevamente decir que estos alumnos son tremendamente creativos y participativos y que da gusto ver cómo se implican los profesores.

Después del descanso, y mientras en el gimnasio continuaban las actividades, las voluntarias nos dirigimos a la escuela, porque nos habían pedido ser jurado de los concursos de posters y de cocina. A cada una nos entregan las hojas con los criterios de evaluación muy bien especificados y... ¡manos a la obra! Bueno, mejor dicho, ojos primero y papilas gustativas después. Cada curso había elaborado un poster de acuerdo al tema de Nutrition Month: "Ugaliing Magtanim, Sapat na Nutrisyon Aanihin" -Y ahora vas y me lo traduces!-, algo así como que hay que sembrar para que después se pueda recoger una planta saludable. Y también habían elaborado un plato según las bases del concurso: o synagang, que es una sopa con verduras y gambas, o puchero, que es también un caldo, pero con carne de cerdo, verduras y plátano. La verdad es que no teníamos ni idea de cómo se supone que tendría que saber ni un plato ni otro, pero hemos hecho lo mejor que hemos podido y, desde luego, hemos dado el pego de jurado profesional. ¡Vamos, de algo tiene que servir ver MasterChef!

Al terminar con nuestra importante misión, hemos regresado al gimnasio, donde estaban haciendo juegos, compitiendo por cursos. Hemos llegado a la última tanda, cuando los alumnos de secundaria estaban haciendo una carrera de relevos en la que tenían que ir comiendo distintos alimentos escondidos en bolsas. ¡Se lo han pasado de maravilla!

Y después... ¡ay, después!... el momento más emotivo para nosotras. Llegaba la conclusión del día, así que hemos comenzado presentando el lipdub a todos los alumnos y familias. ¡Les ha encantado! Por cierto, ahora ya podéis encontrarlos todos en nuestra página de YouTube: https://youtu.be/Lx43zwZTTxk

A continuación, nos han invitado a subir al escenario. Allí, Sister Regina, como directora, nos ha dado las gracias por estas tres semanas compartidas y por toda la ayuda que, desde sus inicios, el colegio ha recibido por parte de la Fundación y unos alumnos nos han entregado unas rosas rojas y un cuadro con un bonito mensaje de recuerdo. Después, un grupo de alumnos de grado 1 ha bailado una preciosa canción que hablamos de quererse para siempre y que nos ha emocionado. Nosotras también nos sentimos muy agradecidas por todo lo vivido, recibido y compartido, así que quisimos dejar un regalo especial en la escuela: con todas las fotos de los alumnos y de los profesores, y también con las nuestras, le hemos hecho un retrato de M. Carmen Sallés. Sister Ana Rosa ha tomado la palabra para dar las gracias y para decirles que esa imagen representaba que todos formamos parte de una misma familia: la Familia Concepcionista, y que juntos continuamos haciendo realidad el sueño de Carmen Sallés. ¡Y aún quedaban sorpresas! Porque ellos también nos sorprendieron con un precioso video que habían hecho con imágenes que habían ido seleccionando de nuestro blog. ¡Cuántas bendiciones!

Después tocaba la entrega de premios, pero a nosotras nos ha resultado imposible prestar atención, porque todos los alumnos estaban viniendo a despedirse de nosotras, a darnos abrazos, besos, a pedirnos que nos hiciéramos fotos juntos, a darnos las gracias y a decirnos que nos echarían de menos. Es increíble la fuerza multiplicadora del amor: en tan sólo tres semanas hemos creado unos lazos entrañables con esta comunidad educativa, hemos dado y recibido mucho amor y estamos convencidas que el fruto será abundante. ¡Ya lo está siendo!

Algo que nos ha llamado la atención cuando han tenido fiestas en el colegio, es que, al finalizar, los alumnos siempre se encargan de dejar el lugar limpio y recogido. ¡Muy responsables!

Al llegar a casa, nos estaban esperando nuestras queridas Mrs. Baguna y Mrs. Aloria, del Movimiento Laico, para entregarnos también unos detalles de recuerdo. Como muestra de gratitud por lo atentas y disponibles que han sido con nosotras durante nuestra estancia, les hemos regalado algunas de las prendas de ropa que trajimos como donación.

Después de la fiesta, nos fuimos con nuestra imprescindible May Ann al centro comercial para terminar de hacer nuestras compras, antes de marcharnos de Bacolod. ¡Y allí también tuvimos sorpresa! Nos encontramos con algunos de nuestros alumnos de secundaria. ¡Qué ilusión nos hizo, tanto a ellos como a nosotras! Apenas hacía unas horas que nos habíamos despedido y qué alegría tan grande encontrarnos de nuevo.

Al regresar a casa, teníamos la sensación de que ya era casi hora de ir a acostarnos, pero ¡qué va!, apenas eran las cinco de la tarde y aún nos quedaba la despedida con los profesores. Vinieron todos de nuevo, un claustro de 18 profesores, totalmente entregados a la escuela, alegres, entusiastas, divertidos… ¡Muy buena gente!¡Qué orgullosa se tiene que sentir Santa Carmen Sallés de contar con educadores así en uno de sus colegios! La despedida consistió en una cena de barbacoa y…. ¡por fin!¡¡¡Karaoke!!! No hemos parado de cantar en dos horas. Desde luego, después del baloncesto, creemos que el karaoke es el deporte nacional.

Poco a poco, los profesores se han ido marchando y así hemos continuado con las despedidas, las fotos, la entrega de recuerdos y el dar las gracias de corazón.

Nos queda sólo medio día aquí en Bacolod, pero, tras este día, podemos decir con muchísima satisfacción: ¡misión cumplida!¡Somos familia!¡¡¡SIEMPRE ADELANTE!!!